El PRC de Colindres satisfecho del acuerdo entre comité y Bosch que garantiza los puestos de trabajo hasta 2020

(30-09-2016 / 13:01 h EFE) El comité de empresa de Robert Bosch de Treto y representantes de la multinacional alemana han sellado esta madrugada un acuerdo que garantiza el mantenimiento de puestos de trabajo hasta 2020 y compromisos de inversión y producción hasta 2025, ante la previsible venta de la división

Este pacto, fruto de las negociaciones que comenzaron en el mes de julio tras el anuncio en 2015 de la búsqueda de un comprador o socio industrial para la división mundial de «Starters and Generators», tendrá validez una vez sea ratificado por la plantilla de la factoría cántabra y la dirección de Robert Bosch «antes del 14 de octubre».

En el acuerdo, rubricado a las seis de la mañana en el Orecla de Santander y al que ha tenido acceso Efe, se manifiesta el compromiso de que «durante tres años», tras la venta o firma de asociación con un tercero, en la fábrica de Treto no se producirá «ningún despido» por causas técnicas, económicas, productivas u organizativas, con vigencia hasta 31 de diciembre de 2020.

En el caso de que «por falta de carga de trabajo» sea necesaria una reestructuración de la plantilla entre 2021 y 2023, Bosch estudiará como primera opción la recolocación de los trabajadores en otras empresas del grupo, seguido de indemnizaciones por extinción laboral y otras medidas tomadas de común acuerdo entre las partes.

Las condiciones de indemnización por la extinción del contrato de trabajo, entre 2021 y 2025, varía entre los mayores de 59 años, menores de 51 años y con edades comprendidas entre los 51 y 58 años.

Asimismo, la antigüedad de los trabajadores indefinidos no se modificará por motivo de la venta de la fábrica de Treto, mientras que la antigüedad de los trabajadores temporales que pasen a tiempo completo, tras la salida total o acuerdo de asociación con otra empresa, se fijará conforme a la práctica habitual en la empresa.

Por lo tanto, el cambio de titularidad no originará, en ese momento, modificación en el número de matrícula antigua vigente de los contratos temporales que integran la base de datos.

En el caso de que antes de 2020 se produjeran «situaciones extraordinarias de carácter imprevisible y estructural» que redunden en una «grave caída» de las ventas en el mercado, se intentará resolver la situación con medidas de flexibilidad previstas en el convenio colectivo, expediente de regulación temporal de empleo o acuerdos entre las partes.

Respecto a la actividad productiva de la planta, Robert Bosch garantiza la asignación y fabricación de los productos actuales relacionados con motores de arranque y alternadores hasta 2025, así como otras posibles futuras piezas.

Se prevé unas inversiones de unos 26 millones de euros para cubrir la capacidad de producción, incluyendo maquinaria y utillaje.

Tanto comité de empresa como Robert Bosch ha acordado, además, que se siga manteniendo la fabricación de productos con los mismos parámetros de calidad, cumplimiento de fechas de entrega y reducción de costes.

En relación a la llegada de un comprador o un socio industrial, el comité de empresa de Bosch de Treto estará puntualmente informado de los avances que se produzcan y podrá participar en los procesos de negociación de ámbito general.

El acuerdo entre comité de empresa y dirigentes de Robert Bosch está condicionado a la salida efectiva de la fábrica de Treto del grupo alemán, que no afectará de forma individual a la planta cántabra, sino que engloba a toda la división de «Starters and Generators».

Este área desarrolla y produce alternadores y motores de arranque para turismos y vehículos comerciales que ayudan a reducir el consumo de combustible, por ejemplo como parte del sistema Start/Stop.

Dispone de unos 6.500 empleados en trece emplazamientos de producción y diferentes oficinas de ventas en todo el mundo, siendo la planta de Treto una de las más punteras y reconocidas del sector, avalada mediante premios de calidad.

En junio de 2015, la multinacional alemana anunció su intención de reorganizar esta división mundial con la entrada de un comprador o un socio industrial para mejorar las perspectivas de crecimiento en un mercado caracterizado por «un alto nivel de competencia» y de «presión de costes».